La compañía fundada hace 131 años se esforzó durante décadas por hacer frente a sus competidores en el negocio de película fotográfica y al ascenso de la tecnología digital. Su giro final hacia transformarse en una empresa que vende impresoras resultó ser demasiado costoso.   A primera hora del jueves, Kodak se acogió al capítulo 11 de la ley de bancarrota de EE.UU., que permite la reestructuración de los pasivos de una empresa, luego de que se quedara sin el efectivo necesario para financiar una reorganización.